¡Ey qué paixa por tu caixa!
En la naturaleza
Hacer oración en la naturaleza se vuelve, en la mayoría de ocasiones, muy sencillo por todas las maravillas creadas a contemplar, con las que recrearse con los sentidos que nos ha dado Dios. Oler, observar, palpar, probar y escuchar.
Es fácil también por la soledad de las montañas, por la belleza que te embriaga y acerca más a Dios y porque crea un estado muy favorable para la reflexión serena. Y eso en las grandes ciudades no tenemos el privilegio de poder vivirlo.
Dice un filósofo contemporáneo que:
El hombre moderno vive fuera de sí. Da vueltas a su alrededor y no sabe cómo entrar. La mayoría de la gente no ha llegado aún a ser persona. Ni sabe lo que quiere ni quiere lo que sabe. No lo sabe porque no piensa y no lo quiere porque no tiene voluntad
– Un filósofo
Las marchas a las montañas suelen llevar consigo un cierto silencio que alienta a pensar sobre uno mismo, sobre la vida, qué quiero, quién soy… Cosa que normalmente no se hace en las ciudades.
No tener tiempo para pensar es de locos
– Enriquísimo Tv
Contemplar la naturaleza puede implicar comenzar un diálogo con Dios, el Creador de todo. Precedido de un diálogo con uno mismo.
Disfrutemos de los momentos que vivamos en la naturaleza, saquemos fruto de las oportunidades y busquemos salir de la ciudad para descansar mental y físicamente.
Los tipos de oración
- Oración vocal
- Meditación
- Contemplación
- Con la naturaleza
- Por listas
- Coloquios
- Alabanza
- En presencia del Señor
- El Rosario