Nunca antes de los 27 años había oído hablar sobre el tema de la abstinencia en el sexo. La castidad había sido una virtud totalmente desconocida para mí. Si alguna vez con amigos u otras personas salía este tema, siempre era para hablar mal.
Las personas que ignoran o rechazan la virtud de la castidad piensan que creemos que el sexo es malo y que solo puede ser hasta el matrimonio. Va mucho más allá de que el sexo tenga que ser en el matrimonio vamos a hablar de ello. Os voy a exponer 10 razones de por qué está virtud de la castidad es una pasada.
1. El sexo es bueno porque lo creo Dios
Somos seres sexuados. Es obvio que hay disfrute en el sexo, pero sobre todo a través de ello se perpetúa la especie humana y la sociedad. Gracias a las familias la sociedad es más prospera.
2. Es maravilloso dentro del matrimonio
La relación entre esposos crece en el don mutuo en el acto sexual y por el respeto que debe conllevar para con el otro. Sirve para sellar vínculos y para conocerse mejor entre los cónyuges.
3. Es malo sencillamente fuera del matrimonio porque se convierte en un acto desordenado
Dios diseñó el acto sexual para que lo hicieran entre los esposos. Algo desordenado repetido en el tiempo, se puede convertir en un mal hábito y tú no te das ni cuenta.
4. La sexualidad engloba la totalidad de la persona física, psíquica y espiritualmente
Acostarse con una persona desconocida en el baño de una discoteca, es darle demasiado a un cualquiera. Hablando en plata; uno se pone en bolas delante de una persona que no conoce y ¿espera que no le afecte interiormente? Eso no es cierto. Lo que sucede es que si lo haces repetidamente lo conviertes en un mal hábito y te puedes acostumbrar a él.
Pongo un ejemplo. El tabaco es lo más asqueroso que puedas probar, pero si fumas y pruebas otro y otra vez y otra vez, eso se convierte en un hábito malo pero algo placentero al fina y al cabo. Has convertido algo asqueroso en un hábito. Te parece normal, no lo identificas como un mal.
(…) cuando dices que vives la castidad, ¡sí que llamas la atención!
– Enriquísimo Tv
5. Busca siempre el bien mayor
Me imagino a alguno de vosotros diciéndome: “Quique, es que llevo muchos años con mi novia o novio, le quiero un montón y nos hemos acostado muchas veces, ¿qué problema hay con eso?” Respondería que, en el caso de que no tengáis hijos (si lo habéis decidido los dos me parece respetable) te preguntaría, ¿ese es el ideal de vida que buscas al tener un novio o una novia, un perro, dos gatos y un trabajo de oficina? Tú vales mucho más. Debes aspirar a cosas más grandes. Si ya estás casado/a y tuvisteis en su día relaciones sexuales antes del matrimonio y ahora seguís felizmente casados, os felicito, porque seguro que ha habido mucho esfuerzo y sacrificio y de verdad amas a esa persona. Pero si yo tuviera que elegir entre acostarme con muchas chicas antes de contraer matrimonio o vivir la castidad, elegiría la segunda sin dudarlo, porque aprendo y lucho por controlar mis pasiones más bajas y por respetar a la otra persona que se acuesta conmigo.
¿Sabes esa sensación de haberme costado con una chica o un chico, me levanto a la mañana siguiente en una casa de un desconocido con el compañero de piso al lado y me siento vacío?
– Enriquísimo Tv
En ese camino me voy formando y aprendo a ser fiel. La infidelidad es uno de los grandes causantes de las rupturas en los matrimonios, porque hay que saber esperar a tener sexo con mi mujer, porque está enferma, porque se ha ido de viaje a trabajar o simplemente porque no le apetece.
Todas esas cosas se aprenden durante la soltería y el noviazgo. Por lo tanto, ¿por qué no debes tener sexo con otras personas con tu novio/a?, porque es vivir a medio gas, aspirando a poco y poniendo trabas a tu propia sexualidad que es algo muy grande.
Toma las riendas de tu vida y deja de ser esclavo de tus propias pasiones.
– Enriquísimo Tv
¿Que no lo haces aposta?, pues claro. Porque seguramente nadie te ha hablado sobre la virtud de la castidad. Para eso estoy yo aquí, para ofrecerte una opción que va de la mano con tus anhelos más profundos, esos grandes ideales que te van a realizar como persona.
¿Sabes esa sensación de haberme costado con una chica o un chico, me levanto a la mañana siguiente en una casa de un desconocido con el compañero de piso al lado y me siento vacío? O sea, he pasado una noche en teoría súper divertida y con un pedazo de tío… pero en realidad estoy vacío. Si has sentido esto alguna vez no esperes hacerlo de nuevo. Has comprobado lo terrible que es usar mal tu sexualidad.
Lo mismo que pasa con una enfermedad en el cuerpo que te avisa con un dolor con algún malestar lo mismo sucede en este caso con ese vacío que te provoca vivir mal tu sexualidad lo que sucede es que si lo haces de forma repetida vas a anestesiar ese aviso que te está diciendo interiormente que no vuelvas a hacerlo. Que no te llena. Cuanto más lo estires más difícil será salir de eso y se estarán produciendo en ti un montón de heridas dentro de tu afectividad. Pero no te preocupes, porque Dios puede con todo eso y más.
Porque decido amar con mayúsculas. Porque amar es entregarse del todo a la otra persona. Ser un don, un regalo para el otro y no solo con mi novia, sino para todo el mundo. Me puedo donar más libremente a los demás.
– Enriquísimo Tv
6. La mayoría de los divorcios se deben a noviazgos que han vivido mal su sexualidad
Un matrimonio es algo maravilloso pero también muy complicado. Hay que ponerle esmero cada día, trabajo e ilusión. Si no te has preparado bien y no has buscado a la persona que va a compartir contigo el resto de tu vida, lo más normal es que tarde o temprano se termine la relación.
La castidad viene a ordenarte. Es mucho más que no tener sexo durante el noviazgo y esperar al matrimonio.
7. Implica esfuerzo, valentía, voluntad, perseverancia, paciencia y mucho amor
Hacer lo que todos hacen no es ir contracorriente. Hacer lo fácil no cuesta tanto. La sociedad te acepta mejor y no llamas la atención. En cambio, cuando dices que vives la castidad, ¡sí que llamas la atención! Porque decido amar con mayúsculas. Porque amar es entregarse del todo a la otra persona. Ser un don, un regalo para el otro y no solo con mi novia, sino para todo el mundo. Me puedo donar más libremente a los demás. Es una opción tan valiente que es muy difícil, pero es preciosa.
Si la sexualidad engloba a toda la persona, si es tan importante, pues voy a tratar de cuidarla. Me preocupo de tener una casa súper maravillosa, grande, con los mejores muebles; pero luego no me preocupo de mí mismo que soy mucho más importante que esa casa. Puedo poseer esa pedazo de casa, pero en cambio, roto por dentro
8. Cuidar el templo de mi alma, mi cuerpo
Tiene sentido que al haber recibido este cuerpo de forma gratuita por Dios, de alguna forma, me corresponde cuidarlo lo mejor posible. Según los planes que Dios tiene para el hombre Paul Claudel, diplomático y poeta francés, le escribe a su hijo: “Mi querido hijo, no creas a los que te dicen que la juventud ha sido hecha para divertirse. La juventud no ha sido hecha para el placer, sino para el heroísmo. Porque un joven necesita heroísmo para resistir a las tentaciones que le rodean“.
9. El cuerpo gana serenidad, belleza y dignidad
Una mujer, madre soltera, aprendió lo maravillosa que es la castidad al mes de tener su primer hijo, dice: “Porque al dejar esos impulsos a un lado el mismo cuerpo gana serenidad dominio salud belleza y hasta dignidad porque el cuerpo no debe ser sólo un instrumento de placer sino un medio de realizarse en la vida cumpliendo una misión“
10. Es un gran ideal
El mundo se ríe de la pureza y de la castidad como si fuesen cosas trasnochadas o pasadas de moda. El mundo dice hay que darse el máximo de satisfacciones posibles; pero Cristo dice véncete a ti mismo, toma tu cruz y trata de cruzar por la puerta estrecha. El mundo dice que hay que librarse de los viejos tabúes; pero Cristo dice bienaventurados los limpios de corazón. El mundo dice: el amor no es pecado lo que se hace por amor es bueno; pero en la Biblia, muy sabiamente, limita las relaciones sexuales al matrimonio ya hemos visto más o menos por qué.
¿Qué puedo hacer para empezar a vivir la castidad?
Lo primero de todo dejar la pornografía. Si te resulta difícil consulta con algún especialista o alguien que te pueda ayudar. Lo segundo deja esa relación tóxica que tengas con esa persona y deja de salir durante cada fin de semana buscando acostarte con alguien. Si ya tienes pareja, pues es cosa de dos. Consulta con algún sacerdote de confianza o algún matrimonio que sepas que vive coherentemente su fe. Seguro que te pueden ayudar un montón. Y por último, y casi más importante, vuelve a los sacramentos. Ve a confesarte. Haz una buena confesión. Asiste la santa misa y comulga si puedes. Reza y haz adoración. Lectura espiritual. Pero no te agobies, no hace falta que las hagas todas hoy. Lo más importante es querer y desear vivir bien la castidad. Toma las riendas de tu vida y deja de ser esclavo de tus propias pasiones.