El 15 de abril de 2023 fue un día para enmarcar. Rompió moldes. ¿Por qué? Bueno, resulta que por primera vez en la historia tuvo lugar en pleno centro de Madrid, en la plaza de Cibeles, uno de los primeros conciertos cristianos celebrados exclusivamente el primer sábado después de Pascua. ¿Y, para qué? ¿Con qué fin? Pues nada más y nada menos que proclamar de forma pública que JESÚS ESTÁ VIVO Y HA RESUCITADO. Así, en mayúsculas.
Artistas e influencers de la talla de Natcher, Grillex, Hakuna, Juan Peña, Andy y Lucas o Carlos Baute se dejaron caer de forma completamente altruista (pues el concierto fue gratuito) para poner a más de las 60.000 personas que acudieron a bailar, saltar, reír…
Por encima del escenario, que contó con dos grandes pantallas laterales y una estupenda iluminación, se podían leer frases como: “ÉL HACE NUEVAS TODAS LAS COSAS” o “MUERTE, ¿DÓNDE ESTÁ TU VICTORIA?”.
Personalmente, fue un regalo poder asistir. Me encantó y considero que deberían hacerse festivales de este estilo todos los años: ¿qué mejor forma que festejar la alegría de la Resurrección organizando para todo el que quiera un festival de estas características? ¿No fue también para los apóstoles una fiesta y un gozo reencontrarse con su maestro, que se alzaba triunfante sobre la muerte? ¿No se nos llena el alma de una nueva fuerza cada vez que recordamos la Pasión de Cristo? ¿Cómo no vamos a sentirnos entusiasmados si ha habido alguien que, siendo inocente, se ha dejado crucificar únicamente por amor, para salvarnos?
Comprender esto es alucinante. Entender esto es darle un nuevo sentido a la vida.
Para terminar bien el día, el movimiento de Los Hogares de Santa María organizó una Hora Santa, que nos vino genial, ya que después de todo el bullicio quisimos tener un momento de intimidad con el Señor, es decir, hicimos silencio y hablamos con Él de tú a tú, agradeciéndole el día, tratando de acordarnos de todos los buenos momentos y también de aquellos no tan buenos, pidiéndole a nuestro Padre la gracia para poder parecernos un poquito más a su Hijo cada día, sin cansarnos nunca de empezar siempre, de amar incondicionalmente…
Respecto a este amor incombustible, últimamente estoy profundizando mucho en las canciones de Guillermo Esteban (sí, Grillex) y me gustaría dejaros por aquí un fragmento de su rap “Ven”. ¿Quién sabe? Quizá os sirva de oración para vuestra próxima Hora Santa…
“Pero llega tu amor y derriba mi horror, y me gritas: ¡Te quiero! (¡a mí…!) Y me quieres por encima de este mundo. Y me quieres por encima de mis miedos. Y me quieres por encima del pasado, y me quieres por encima del mal trago. Ese eres Tú, amor incomparable. Ese eres Tú, amor siempre constante. Ese eres Tú, amor que nunca falla. Ese eres Tú, la persona que esperaba…” Canción: Ven. De Grilex
Os dejo por aquí el enlace de YouTube donde podéis escucharlo completo, aunque también lo encontraréis en otras plataformas (Spotify, Deezer…).
Y tú, ¿cómo viviste ese día? ¿Nos dejas un comentario? ¡Te leemos!