En esta entrevista, el padre Fernando Cárdenas habla sobre la importancia de comprender la realidad del demonio y cómo enfrentar la batalla espiritual en la vida cotidiana. Se destaca que la existencia del demonio es una verdad de fe respaldada por las Escrituras y la tradición de la Iglesia. El demonio es descrito como el príncipe de la mentira, un homicida desde el principio y un ser envidioso que se rebela contra Dios.
El padre Fernando explica que cada persona tiene un ángel de la guarda, pero no hay “demonio de la guarda”. A pesar de que no todos enfrentan posesiones demoníacas, es importante estar al tanto de las estrategias del enemigo espiritual. Se enfatiza que el demonio busca atacar las debilidades individuales y que, para vencerlo, es necesario conocer nuestras propias vulnerabilidades y estar alerta.
El padre aconseja estar en sintonía con la fe, vivir en gracia y confiar en nuestro Padre del Cielo. Se destaca la importancia de la oración, la confesión y la vida sacramental para fortalecer la relación con Dios y resistir las tentaciones del demonio. También se menciona que, al comprender la naturaleza del demonio y su engaño, se puede discernir mejor su presencia en nuestras vidas y protegernos contra sus ataques espirituales.
Sobre la importancia de los sacramentales y cómo están vinculados a las prácticas espirituales como hacer la señal de la cruz con agua bendita. Los sacramentales son objetos o acciones bendecidas por la Iglesia y se utilizan como medios para obtener la gracia divina y protegerse contra las influencias del demonio.
Es fundamental comprender que los sacramentales no tienen poder por sí mismos, sino que su eficacia proviene de la oración de la Iglesia y de la disposición del corazón de la persona que los utiliza. Al hacer la señal de la cruz con agua bendita, por ejemplo, estás recordando tu bautismo y renovando tu compromiso con Cristo. Es un acto de fe y confianza en la protección divina.
Al estar consciente de la presencia de Dios en los detalles cotidianos y al utilizar los sacramentales con fe y devoción, estás fortaleciendo tu relación con Dios y protegiéndote contra las tentaciones del demonio.
Recuerda que la vida espiritual es un camino en constante crecimiento y aprendizaje. Al seguir profundizando en tu fe y participando en estas prácticas, estarás fortaleciendo tu alma y creciendo en la gracia de Dios.