Este vídeo es uno de los primeros del canal. Siempre me parecerá interesante acudir a él por todo lo que tiene que contar. Así que os invito a que lo veáis y que lo compartáis.
San Vital de Gaza (†. ca. 625 AD) es un santo eremita o ermitaño. En él se cumple aquello de que la vida contemplativa no es aislamiento, sino comunión con el resto del mundo. Los últimos años de su vida así lo demuestran. Desde fuera los no creyentes, ven que la oración es inútil, porque estamos de rodillas de pie o como sea en silencia sin aparentemente hacer nada y podríamos estar aprovechando ese tiempo para trabajar, para ayudar a los otros…
Un ermitaño es una persona que vive sola en un lugar deshabitado, especialmente para dedicar su vida a la oración y al sacrificio.
Pero como dice Santa Teresa de Calcuta: «Es imposible comprometerse en un apostolado directo, si no es desde una auténtica oración. Debemos tratar de ser uno con el Padre. Nuestra actividad no será verdaderamente apostólica si no le permitimos obrar en nosotros, a través de nosotros, gracias a su poder, a sus planes y a su amor».
O sea, que uno cuando hace oración, entre muchas otras cosas, se está preparando para llevar el amor que Dios nos da, a los demás, ya sea en palabras, en gestos o en obras. Vital, es venerado por la Iglesia católica. Monje en Gaza (Palestina), viajó a la ciudad de Alejandría cuando tenía 60 años. A esa edad, por el año 620, ya era prácticamente un anciano. Pues bien, se recorrió hasta Alejandría (Egipto) los más de 500 km andando (poner animación del mapa).
A su entierro asistieron decenas de prostitutas que decidieron acompañar a ese anciano que tanto había hecho por ellas en secreto. (…) Nadie más que él era capaz de ver la grandeza de esas mujeres.
¿Pero cuál fue el motivo de su viaje?
Pero Quique, ¿si acabas de decir del santo era un ermitaño que no se movía de su cueva? Se enteró de unas noticias que le tocaron profundamente. Había una gran cantidad de prostitutas en Alejandría, una de las grandes metrópolis de aquel tiempo. Y por entonces, estas mujeres también pagaban impuestos, su actividad estaba regularizada.
Vital viajó allí con la idea de buscarse un trabajo y buscar a las prostitutas para hablar con ellas. Eso mismo hizo, y en cuanto comenzó a cobrar su jornal, buscó a la primera mujer y le compró una noche sin pecar, ella aceptó y así quedó libre para dormir y descansar. Pero puso una condición: que no dijera nada a nadie porque si se enteraban de lo que estaba haciendo podían echarle de la ciudad y su plan, de librar a esas mujeres de aquella vida, se iría a la porra. Él mientras pasaba las horas rezando por ellas o leyendo salmos.
Pero al final se supo lo que Vital estaba haciendo y algunos lo denunciaron al obispo y lo encerraron…Sus amigas las prostitutas se quedaban junto a la cárcel gritando y reclamando la libertad de su amigo el santo, al final el obispo lo comprendió y le soltó.
Más adelante, al salir San Vital de un burdel, alguien le golpeó violentamente en la cabeza, no murió en el acto, pero gravemente llegó como pudo a su casa donde allí falleció. Cuando le encontraron, sostenía entre las manos un papel con una cita de san Pablo a los corintios: «No juzguéis antes del tiempo señalado, hasta que venga el Señor, porque Él sacará a la luz lo que está escondido en las tinieblas».
A su entierro asistieron decenas de prostitutas que decidieron acompañar a ese anciano que tanto había hecho por ellas en secreto. San Vital recordaba a esas mujeres lo que valían y su dignidad. Les hablaba del amor que Dios tiene hacia ellas. Muchas de ellas cambiaron radicalmente de vida… unas se casaron y tuvieron una bonita familia e incluso otras ingresaban en monasterios.
Nadie más que él era capaz de ver la grandeza de esas mujeres. Nosotros muchas veces nos cruzamos con ellas por las calles, por los polígonos industriales, y ni nos paramos a pensar que son personas humanas, como yo. Que lo más seguro es que estén ahí por pura necesidad o porque ya no saben hacer otra cosa… Parece que repelen a la gente… como los pobres que viven en las calles… las personas con discapacidad… gente autista… como que todas estas personas nos causan rechazo… por qué será…
Sin embargo, Cristo las acoge a todas, especialmente a estas personas. Por eso Cristo en Mateo 21 dice: «Os aseguro que los publicanos y las prostitutas os llevan la delantera en el reino de Dios». Y con esto se refiere a que los publicanos y las prostitutas creyeron en las palabras de Jesús, aún siendo grandes pecadores. Y es que Dios tiene más en cuenta nuestra fe, nuestro arrepentimiento y acercamiento a Él que nuestros propios pecados. Por eso, si somos muy cumplidores en lo externo, pero no tenemos amor, de nada valen nuestros actos.
Tierra de María de Infinito más Uno
En el documental Tierra de María (de Juan Manuel Cotelo), aparece un hombre llamado Salvador Íñiguez, que dedica parte de su tiempo libre a compartir el amor de Dios que encontró a través de la Virgen María con las prostitutas, travestis, transexuales… Va por las calles hablando con ellas, con una imagen de la Virgen y regalándoles Rosarios.
Él dice: «Ellas ya saben que lo que hacen está mal, y todo el mundo se lo dice. Pero por qué ahora no hablarles de lo que está bien y que lo pueden hacer bien. Jesús no viene a juzgarnos, viene a mostrarnos un amor de Dios incondicional, un amor de Dios misericordioso. Aquí hay corazones heridos, y los frutos los he visto. Cuando llegan a experimentar el amor de Dios, sufren por su pasado… y esa misma magnitud de daño que ellas vivieron así llegan a amar a Jesucristo, por eso en su vida llega un cambio».
Testimonio de Nacho y Álvaro de Jesús
Y a raíz de esto, un tal Nacho, de Barcelona, que tiene un testimonio de conversión impresionante, tomó el ejemplo de Salvador Íñiguez, y se fue a los alrededores del campo de fútbol Camp Nou a hablar con las prostitutas. Para enteraros bien, os recomiendo ver este vídeo completo. El caso es que conoció a un tal Álvaro de Jesús que llevaba hormonándose desde los 14 años.
Gracias a Nacho, o mejor dicho, gracias a Dios a través de Nacho, Álvaro de Jesús salió de aquella mala vida y ahora está dando pasos de gigante en su vida. Se le ve feliz y con mucha paz, a pesar de que han sido 39 años de una vida muy oscura y complicada. Quiero terminar con unas palabras del cardenal Cantalamessa, afirma que «el Evangelio es buena noticia, anuncio de rescate y de esperanza, también para las prostitutas. Es más, tal vez primero que nada para ellas. Jesús ha querido que fuera así».