Comparando el cuerpo y los ejercicios deportivos que pueda hacer un atleta para entrenarse, algo así con el espíritu, es lo que son los Ejercicios Espirituales. Un entrenamiento del alma para el encuentro con Dios.
Un contacto directo, un tú a tú con el Señor, para preguntarme qué estoy haciendo con mi vida, para saber para qué me quiere Dios en este momento concreto.
– Enriquísimo Tv
¿De dónde nacen los Ejercicios Espirituales?
Nacen de la experiencia personal de San Ignacio de Loyola, fundador de la Compañía de Jesús, una orden religiosa, que puso por escrito algunas de las cosas que le habían ayudado personalmente, para poder así ayudar a otros.
¿Para qué son los Ejercicios Espirituales?
Para no contentarnos con una vida mediocre, a medio gas, y llenarla de todo el sentido. Para ir más allá de las ideologías, de las buenas intenciones, de las emociones pasajeras y saborear una verdad gozosa que permanece por la eternidad.
Para tener un tiempo de intimidad entre Creador y criatura. Un contacto directo, un tú a tú con el Señor, para preguntarme qué estoy haciendo con mi vida, para saber para qué me quiere Dios en este momento concreto.
¿Qué se hace en Ejercicios Espirituales?
Son días de completo silencio y oración. De revisión de vida pasada, presente y futuro. Tanto a nivel de fe, laboral, familiar… aunque lo más importante es dar el paso de ser un fiel seguidor de Cristo. ¿A qué rey vas a seguir, al rey terrenal o al Rey Eternal? Las meditaciones suelen estar dirigidas por un sacerdote.
Meditaciones sobre la muerte, la pasión del Señor, la Sagrada Familia… Bueno, una pasada que no puedo dejar de recomendar.
Los hay de varias modalidades, que básicamente dependen de cuántos días duren. Es decir, yo lo he hecho de fin de semana, de 4 días o de 7 días. Pero los hay, y son los originales, de mes. Sí, 30 días. Y de forma individual, es como lo hacía San Ignacio de Loyola antaño.
¡Animaos a hacer ejercicios espirituales!