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La peregrinación de la son-RISA

Un nuevo año. Una nueva Javierada. Parece que fue ayer cuando escribí este artículo. Ni si quiera había caído en la cuenta de que este blog lleva abierto más de un año. Doy gracias a Dios por poder perseverar tanto en las RRSS como en YouTube y también con esta página que ahora estás leyendo.

La plaza del Castillo de Javier abarrotada

Orígenes de la Javierada

La Javierada es una peregrinación maravillosa que se lleva haciendo desde el 4 de marzo de 1886.​ La primera se estima que acudieron unos 12.000-15.000 navarros, incluyendo la movilización de vehículos diversos para llegar hasta Sangüesa desde donde emprendían andando muchos la peregrinación.

Ocurre en España cada año las dos primeras semanas de marzo. Es una peregrinación que se hace para visitar el castillo donde vivió San Francisco Javier. Miles de personas de todas partes de España (y algunos de otros países) se unen para caminar juntos.

Se camina, se reza… pero hay mucho más: se canta, se cuentan chistes, se comparte, se conversa mucho y se conoce gente increíble. Una mezcla de religión, tradición y diversión.

Más y mejor este año

En nuestro caso, hemos podido disfrutar esta Javierada 2023 rodeado de juventud de la buena. Los Hogares de Santa María hemos compartido el camino con algunos alumnos de Industriales. Personalmente los conocía del Camino de Santiago que hicimos en 2021 en verano.

Una paradita antes de reanudar la marcha

También compartimos parte de esta peregrinación navarra con el padre Jesús Zurita y sus alumnos del CEU. Menuda pasada, ¿verdad? Pero ahí no se queda la cosa, porque cuando llegamos al convento Mansión de Paz, nos juntamos con el resto de los Hogares de Santa María, los matrimonios con los pequeñajos danzando por ahí. Un regalo de los buenos.

Un conductor especial

Otro año más, optamos por viajar en minibús. Llenamos las 24 plazas. Siempre los viajes en bus tienen algo de especial, por las conversaciones, por las canciones… no sé. Esos trayectos son tan importantes como la propia peregrinación andando. Y no menos importante es el conductor del minibús. No desvelaré su nombre por privacidad, pero creo que tanto para él como para muchos de nosotros, nos ha ayudado mucho que estuviera él al volante guiando nuestro camino. Un hombre muy cercano, divertido y simpaticón. También pudimos charlar largo y tendido de temas profundos y muy interesantes. Nos transmitió algunos puntos de vista que llamaron nuestra atención. Como por ejemplo: “Hay gente tan pobre que solo tiene dinero”. Dijimos de rezar por él y su situación personal y laboral. ¡Así sea!

De vuelta a casa en el minibus 🚌

El bus lleno. Corazón rebosante.

Como decía, de las 24 plazas se llenaron todas toditas. Pero más importante aún, es que nuestros corazones (viniera como viniera el de cada uno) terminaron rebosando de alegría, risas y profundidad. Alegría porque es inevitable no estar feliz en una actividad como esta. Se vive tanto en tan poco, tan intenso y beneficioso a pesar de las incomodidades, que merece la pena el esfuerzo. Risas por la cantidad de carcajadas que soltamos por minuto. Hubo un pieza que estuvo sembrado contando chistes, otros aportaban sus boberías y las risas se contagiaban por doquier. Y profundidad porque la gente que vino era de una madurez sorprendente para su edad. Una media de 23 años, (más quisiera haber sido así de maduro con esas edades). Temas que en la sociedad actual son tabú, temas polémicos e incluso duros, salían a relucir. Sin duda, hemos aprendido todos muchísimo. Ahora queda recoger los frutos de este fin de semana para que no se pierdan en nuestro andar cotidiano.

Juventud esperanzadora

Enlazando con lo anterior, comprobar que: sueltos por el mundo, hay jóvenes esa calidad humana, da mucho que pensar. Y creo que es de justicia para ellos, decir y poner en valor, que no son una generación perdida. Son distintos. Afrontan nuevos retos en un mundo totalmente loco en los avances tecnológicos, sociales y culturales: en la inmediatez, la falta de atención y compromiso, la vanalización de la verdad, lo bello y bueno… No es una juventud echada a perder. No. Confío más en ellos que en mí o en la gente adulta (de otras generaciones). Les falta quizá saber domar este caballo salvaje que es la sociedad globalizada en la que vivimos. Y eso requiere tiempo, paciencia por nuestra parte, apoyo y comprensión.

Los milagros de San Francisco Javier de Peter Paul Rubens

La mirada puesta en San Francisco Javier nos ha ayudado mucho. Es un ejemplo de entrega impresionante, por eso os invito a que leáis sobre este santo. La juventud, como él, está llamada al heroísmo, no a la mediocridad, a estar tirado en el sofá sin aspiraciones porque cansan, cuestan, incluso se sufre; pero es que claro, la vida es eso, un peregrinar donde los pies se cansan, se hieren… Pero, ¿qué es mejor?: ¿Vivir con unos pies impolutos, blanditos y sin magulladuras, es decir, sin usar? o ¿unos pies duros, trabajados, magullados pero llenos de experiencias: personas, lugares…?

El Papa Francisco siempre nos ha llamado a salir a las periferias, a liarla parda, a ser valientes… y que si cometemos un errores, pues que nos levantemos, pidamos perdón, pa´lante y circulando. La vida es demasiado apasionante como para estar viendo como otros (a través de las redes sociales) viven la vida. Así que ponle las botas a tu corazón, mente y voluntad para que, junto con Nuestro Señor y la Virgen, vivas una vida plena, ¡HACIENDO DE LO ORDINARIO ALGO EXTRAORDINARIO!

Reflexiones de los peregrinos

Peregrino nº 1: «El Cristo sonriendo en la cruz, que sonría no es casualidad. Sonríe con todo el sufrimiento que esta pasando, que estaba Cristo sufriendo por nosotros. Una vez me dijeron, “Cristo sonríe en esa cruz porque esta pensando en Ti”. Cristo es el hijo de Dios Padre y Él es bueno, es padre. Teniendo Cristo nada en aquel momento, en la Cruz, nos lo dio absolutamente todo. Salvando las distancias, es algo parecido a la vida de San Francisco Javier, teniéndolo todo el, lo dejo por seguir a Cristo y ahí encontró su vocación, su ministerio y por ende su vocación. Es un gran ejemplo a seguir, un santo español, y es algo sobrecogedor ver cómo 400 años después, sigue habiendo devoción por este santo y la gente peregrina para acercarse un poco más a él. Al final, lo mires por donde lo mires siempre amar y felicidad va de la mano de entregarse a los demas sin esperar NADA a cambio».

Peregrino nº2: «Me gustó mucho poder comentar algún dato de San Francisco Javier en el autobús, mientras íbamos de viaje. Porque además de la típica presentación (que se preparó nuestro querido Nacho) nos hizo tener que buscar más información junto con nuestro compañero de asiento para intentar poner en contexto el sentido de esta peregrinación. El encuentro en Javier como siempre, entre tanta gente, hace que veamos que la fe no es de cuatro gatos que lo han dicho, sino que realmente los cristianos tenemos un fundamento y que somos muchos los que queremos mejorar».

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